Traigo a la tristeza pisando mis talones; me he cansado de correr y esta noche he decidido entregarme a ella: así sin más, sin poner resistencia. Se me acabaron las ganas de sonreír para evitar preguntas, los chistes malos, la fuerza que me mantuvo parada sin flaquear. Esta noche puedes venir y patear, mover y agitar... mi mundo y mi voluntad se encuentran perdidos.
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